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Cálculo y verificación de la huella de carbono en productos agroalimentarios

Cálculo y verificación de la huella de carbono en productos agroalimentarios

Teresa Soley por Det Norske Veritas (DNV)

La metodología y la capacidad y habilidad para calcular, reducir y comunicar la huella de carbono de los productos se está convirtiendo en un aspecto importante para el éxito de los productos en el mercado y, muy particularmente para aquéllos que proceden de agricultura ecológica y que, en consecuencia buscan una diferenciación por la calidad de todo el proceso de obtención.

Los consumidores finales son cada vez más conscientes del impacto medioambiental de los productos. Esto se refleja en sus decisiones de compra, de forma que cada vez se tiene más en cuenta el rendimiento medioambiental de los productos. Por otra parte, el desempeño ambiental se está convirtiendo en un importante impulsor de valor de marcas de productos, además de una fuente importante de legislación y normativa ambiental que abandona paulatinamente los esquemas punitivos a la producción para decantarse por opciones de influencia positiva sobre el mercado.

Como resultado de este proceso, los minoristas y proveedores de primer nivel han respondido mediante el fomento de sus proveedores para mejorar el impacto medioambiental de sus productos. Esto se ha llevado a cabo principalmente mediante el establecimiento de contabilidad de la huella de carbono (así como, en menor medida la declaración ambiental de productos y el cálculo de huella ecológica) y los requisitos de información para los proveedores de modo que en los productos se tiene por parte del mercado, cada vez más en cuenta la huella de carbono de los procesos de compra, proceso de elaboración, productos o ingredientes de contenido en la selección de productos, evaluación de proveedores y otros aspectos de la cadena de suministro, como parte de los procesos de adquisición.

En apoyo de las tendencias del mercado descritas anteriormente, también ha habido un aumento de la regulación gubernamental y los incentivos financieros para la mejora del comportamiento ambiental de productos y procesos.

La lucha contra el cambio climático liderada por Naciones Unidas y por la Unión Europea y España como Estado Miembro ha sido en los últimos años un elemento clave en el aspecto medioambiental de los productos. Por consiguiente la comprensión de la cantidad de gases de efecto invernadero emitida es un aspecto capital a tener en cuenta a lo largo del ciclo de vida del producto.

Además de los aspectos extrínsecos a la gestión ambiental por razones de satisfacción del consumidor y sus inquietudes en la búsqueda de una diferenciación positiva, existen motivos intrínsecos al propio productor que hacen que este tipo de herramientas tengan gran interés ya que el análisis de ciclo de vida (ACV) y su aplicación específica al cálculo de una huella ecológica es esencial a fin de identificar oportunidades para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar el desempeño ambiental de una cadena de suministro (de la cuna a la tumba) y, por tanto, de sus productos (por ejemplo, teniendo en cuenta en estas decisiones relacionadas con el diseño de productos y la selección de proveedores, materiales, transporte, procesos de fabricación, etc.)

Además, es necesario demostrar la responsabilidad corporativa y de producto y satisfacer las necesidades de información con respecto a la huella de carbono de un producto.

Como resultado de todos estos aspectos coyunturales, la metodología y la capacidad y habilidad para calcular, reducir y comunicar la huella de carbono de los productos se está convirtiendo en un aspecto importante para el éxito de los productos en el mercado y, muy particularmente para aquéllos que proceden de agricultura ecológica y que, en consecuencia buscan una diferenciación por la calidad de todo el proceso de obtención.

El PAS 2050:2008 es un referente excelente para calcular la huella de carbono de un producto (de una unidad funcional) concreto ya que garantiza que se han tenido en cuenta los siguientes principios básicos (PAS 2050:2008, 4): 
  • Relevancia: Elegir las fuentes de gases de efecto invernadero, de almacenamiento de carbono, los datos y métodos que sean apropiados para la obtención de las emisiones de gases de efecto invernadero de los productos en cuestión.
  • Completitud: Incluir todas las emisiones de gases de efecto invernadero y de secuestro de carbono relacionadas con la huella de carbono final de un producto.
  • Consistencia: Permitir comparaciones entre datos de emisiones de gases de efecto invernadero y otras huellas de carbono.
  •  Precisión: Reducir la incertidumbre tanto como sea posible.
  • Transparencia: en el caso de que los resultados de la huella de carbono calculados según esta norma sean comunicados a una tercera parte, la empresa que comunica estos resultados debe revelar la suficiente información relacionada con las emisiones, de modo que el receptor de la información tenga toda la confianza en los resultados obtenidos.

          

       La metodología a emplear consiste en:
  • La identificación del contexto del cálculo de huella de carbono en productos agroalimentarios.
  • El propio proceso de cálculo de la huella de carbono.
  • La evaluación y la gestión de la huella de carbono de productos en busca de la mejora continua del comportamiento ambiental de las empresas.
  • La comunicación al mercado y al consumidor final de la huella de carbono de los productos calculados.

        

Etiquetar la huella de carbono de un producto, puede contribuir e impulsar los esfuerzos de reducción de emisiones de al menos, tres formas:

a) FACILITANDO información veraz y fiable a los consumidores, las organizaciones que etiquetan su huella del carbono, ayudan a los clientes a ejercer su derecho de toma de decisiones de compra como Consumidores Responsables, teniendo el poder suficiente para elegir reducir sus emisiones ellos mismos.

Los consumidores están comenzando a exigir productos con bajas emisiones de carbono, por lo que ellos necesitan información para su elección. Por ejemplo en una encuesta realizada en Inglaterra, el 67% de los clientes encuestados señalan que su preferencia de compra sería por productos con una menor huella de carbono y un 44% de estos clientes indican que comprarían un producto con baja huella de carbono, aunque la marca no sea su primera elección (Mckinsey, 2008).

b) EL COMPROMISO de reducción de emisiones en el tiempo, influye directamente en la cadena de suministro, favoreciendo la reducción de las emisiones en los procesos llevados a cabo por los distintos proveedores.

Algunas organizaciones han iniciado programas conjuntos con proveedores y colaboradores para revisar las etapas de la cadena de suministro, determinar las principales fuentes que influyen en la huella de carbono de un producto e identificar maneras conjuntas para reducir las emisiones.

c) INTEGRACION de los agricultores de manera activa en el ciclo de vida del producto agroalimentario, asumiendo su responsabilidad medioambiental e identificando prácticas sostenibles de manera que con su actividad puedan contribuir a mejorar el nivel de emisiones.

d) Consolidar la imagen de la organización, a través de la Diferenciación del producto.

e) Identificación de los procesos con mayores emisiones de CO2, su costo y los potenciales ahorros, lo que le permite Armonizar la política y estrategia con el cambio climático, para que pueda acceder a los beneficios económicos derivados de la reducción de emisiones GEI.

f) Mejora de los indicadores de la información relacionada con la sostenibilidad posibilitando el acceso a créditos verdes y de responsabilidad social.

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